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Ebionitas-Hartog – 2011-Principales Obras de referencia

Como Orígenes señaló en el siglo III, la etiqueta «Ebionita «es una derivación de la palabra hebrea que significa «pobre».»Ireneo es el primer testigo del término que se aplica a una secta judío-cristiana (Haer. 1.26.2). Según Ireneo, los ebionitas observaban la Torá, retenían la circuncisión, rechazaban al apóstol Pablo como apóstata, usaban un Evangelio enmendado de Mateo (escrito en «Hebreo» o Arameo) y veneraban a Jerusalén. Los heresiólogos patrísticos combatieron una doctrina ebionita «psilantrópica», la creencia de que Jesucristo era un» mero hombre», aunque algunos textos polémicos contrarrestaron una cristología angélica ebionita. Según Ireneo, los ebionitas eliminaron las narrativas de la infancia del Evangelio de Mateo, eliminando así las referencias a una concepción virginal. Orígenes, sin embargo, afirmó que algunos ebionitas aceptaron el nacimiento virginal. El ebionitismo se correlacionaba bien con una cristología adoptiva, ya que enfatizaba la aprobación de Dios de la justicia de Jesús que observaba la Torá. Epifanio de Salamina interactuó con extractos de un Evangelio Ebionita, y se refirió a la aceptación ebionita de los Anabathmoi Jakobou o Ascensos de Santiago (Haer. 30.16‐7‐9). Un fragmento del llamado Evangelio de los Ebionitas describe a Juan el Bautista como un maestro nazirita vegetariano, mientras que otro afirma la abolición del sistema de sacrificios. Los eruditos han debatido las conexiones (o solapamientos) entre el Evangelio de los Ebionitas, el Evangelio de los Hebreos y el Evangelio de los Nazarenos. Los eruditos también no están de acuerdo en qué medida aquellos polémicamente tildados de» Nazarenos «eran» Ebionitas», y si tales etiquetas a veces se aplicaban indistintamente. Además, las relaciones exactas entre los primeros ebionitas, los seguidores de Juan el Bautista, la iglesia de Jerusalén dirigida por Santiago el Justo, y los «Desposyni» (parientes consanguíneos de Jesús) tampoco están claras. Algunos investigadores sostienen que algunas de las fuentes utilizadas en la literatura» Pseudo‐Clementina » pueden haber sido Ebionitas. Simaco, que compuso una de las versiones griegas que se encuentran en la Hexapla de Orígenes, fue quizás el autor y comentarista ebionita más famoso. Los grupos ebionitas sobrevivieron durante siglos hasta la Era Común, y algunos incluso han sugerido que duraron lo suficiente como para influir en el pensamiento islámico temprano.