Propulsor (cohetes)
Las carcasas de los propulsores sólidos del Transbordador Espacial fueron recuperadas y reacondicionadas para su reutilización entre 1981 y 2011 como parte del programa del Transbordador Espacial.
En un nuevo programa de desarrollo iniciado en 2011, SpaceX desarrolló las primeras etapas reutilizables de su cohete Falcon 9. Después de lanzar la segunda etapa y la carga útil, el refuerzo regresa al sitio de lanzamiento o vuela a una nave dron y aterriza verticalmente. Después de aterrizar varios propulsores tanto en tierra como en naves no tripuladas en 2015-2016, una etapa aterrizada se volvió a reabastecer por primera vez en marzo de 2017: El núcleo del cohete B1021 que se había utilizado para lanzar una misión de reabastecimiento a la ISS cuando era nuevo en abril de 2016, se utilizó posteriormente para lanzar el satélite SES-10 en marzo de 2017. El programa tenía la intención de reducir significativamente los precios de lanzamiento, y para 2018, SpaceX había reducido los precios de lanzamiento de un propulsor probado en vuelo a US 5 50 millones, el precio más bajo en la industria para servicios de lanzamiento de elevación media.
En agosto de 2019, la recuperación y reutilización de los propulsores Falcon 9 se había convertido en rutina, con aterrizajes/recuperación de propulsores que se intentaban en más del 90 por ciento de todos los vuelos de SpaceX, y aterrizajes y recuperaciones exitosos que ocurrían 65 veces de 75 intentos. En total, 25 impulsores recuperados se han reacondicionado y posteriormente volaron por segunda vez a finales de 2020, y varios también se han volado por tercera vez.