Tiranía de Dragones
Durante años, el malvado Culto del Dragón se ha dedicado a crear dragones no muertos en un vano intento de cumplir una antigua profecía. Sin embargo, los cultistas estaban equivocados. Entendieron mal. Pero ahora, bajo un nuevo liderazgo, el culto cree que la profecía no habla de dragones no muertos, sino de un imperio dragón que se ha extinguido durante 25.000 años. Tiamat, la reina de los dragones malvados, ha languidecido en los Nueve Infiernos durante milenios. El culto cree que el momento de su regreso está a la mano.
El culto tiene una nueva cara y una nueva misión. Busca liberar a Tiamat de los Nueve Infiernos y llevarla a los Reinos Olvidados. Para lograr su objetivo, el culto necesita cinco máscaras de dragón antiguas y el apoyo de dragones malvados en todas partes. Los líderes de culto, cada uno de ellos un «susurrador de dragones», se han acercado a los malvados dragones de la Costa de la Espada y se han ganado su lealtad.
Mientras tanto, los dragones malvados en asociación con el culto buscan acumular un tesoro digno de su reina oscura, no saqueando sus propios tesoros (por supuesto), sino robando dinero de ciudades, caravanas, dragones bien alineados, barcos mercantes y otras fuentes. Su voraz búsqueda de tesoros lanza a la Costa de la Espada a la agitación. Neverwinter, Waterdeep, Baldur’s Gate – ninguna ciudad está a salvo de sus depredaciones.
La situación es desesperada. Sin embargo, la Costa de la Espada está lejos de estar indefensa. Facciones poderosas están listas para levantarse y poner fin a la tiranía de los dragones. Los aventureros de todos los Reinos deben unir fuerzas para enfrentarse a Tiamat, destruir el Culto al Dragón e impedir el surgimiento de un nuevo imperio dragón. Desde entonces, los Harpers han compartido su inteligencia con las facciones restantes. Para combatir el Culto al Dragón, Lord Dagult Neverember de Neverwinter propone que los aventureros que representan a cada una de las cinco facciones sean enviados al norte para investigar e informar con prisa.
En sus manos, el futuro está.