Aponeurosis palmar
La porción central ocupa el centro de la palma, es de forma triangular, y de gran resistencia y grosor.
Su ápice es continuo con el margen inferior del ligamento carpiano transversal, y recibe el tendón expandido del palmaris longus.
Su base se divide a continuación en cuatro resbalones, uno para cada dedo. Cada deslizamiento emite fibras superficiales a la piel de la palma y el dedo, aquellas a la palma que unen la piel en el surco correspondiente a las articulaciones metacarpofalángicas, y aquellas a los dedos que pasan a la piel en el pliegue transversal en las bases de los dedos.
La parte más profunda de cada deslizamiento se subdivide en dos procesos, que se insertan en las vainas fibrosas de los tendones flexores. Desde los lados de estos procesos, las compensaciones se unen al ligamento metacarpiano transversal.
Por esta disposición se forman canales cortos en la parte frontal de las cabezas de los huesos metacarpianos; a través de estos pasan los tendones flexores. Los intervalos entre los cuatro resbalones transmiten los vasos y nervios digitales, y los tendones de las lumbrales.
En los puntos de división en los resbalones mencionados, numerosos fascículos transversales fuertes unen los procesos separados.
La parte central de la aponeurosis palmar está íntimamente unida al tegumento por tejido fibroareolar denso que forma la fascia palmar superficial, y da origen por su margen medial a la palmaris brevis.
Cubre el arco volar superficial, los tendones de los músculos flexores y las ramas de los nervios mediano y cubital; y a cada lado emite un tabique, que es continuo con la aponeurosis interósea, y separa los grupos de músculos intermedios de los colaterales.
Porciones laterales y medialeseditar
Las porciones laterales y medial de la aponeurosis palmar son capas finas y fibrosas, que cubren, en el lado radial, los músculos de la bola del pulgar y, en el lado cubital, los músculos del dedo meñique; son continuas con la porción central y con la fascia en el dorso de la mano.