Cinco páramos colombianos imperdibles que piden ser explorados
El Páramo es uno de los ecosistemas más importantes del mundo, enclavado en montañas entre la línea de árboles y los glaciares y uno de los ecosistemas de más rápida evolución en la Tierra. Colombia es uno de los tres únicos países en el mundo que alberga páramo y más del 60% de estos páramos se encuentran en su suelo. La planta estrella del páramo es el frailejon, famoso por capturar agua de nubes bajas y liberarla de nuevo al suelo, asegurando que ciudades como Bogotá tengan un suministro continuo de agua. Los excursionistas interesados en explorar el páramo de Colombia deben estar equipados para el clima variable y deben buscar un guía experimentado.
Sumapaz
El páramo de Sumapaz es el páramo más grande del mundo y lo convierte en un increíble viaje de un día desde Bogotá. Este páramo (Páramo Completamente pacífico en inglés) es una fuente importante de agua, con lagos formados por glaciares en retroceso y mucha vida silvestre, incluidos ciervos, tapires y coati, un tipo de mapache. Las águilas reales también se elevan por encima de este páramo, pero la mayoría de los visitantes vienen a ver el mar de frailejones amarillos, algunos de hasta 12 m de altura y musgo esfagno, que ayuda a que el suelo se aferre al agua. Los indígenas muiscas consideraban sagrado el Sumapaz y los invasores españoles lo nombraron País de Niebla por sus densas y bajas nubes. Es mejor hacer un viaje organizado, con un guía, porque el páramo tiene condiciones climáticas duras que cambian muy rápidamente.
Chingaza
El Parque Nacional Chingaza, cerca de Bogotá, es uno de los parques nacionales más importantes de Colombia con casi 8.000 hectáreas de flora y fauna, incluidos ciervos, cóndores, águilas, osos de anteojos, monos y jaguares. Se dice que el parque proporciona alrededor del 80% del suministro de agua de la capital y está muy protegido. Los visitantes independientes deben solicitar permisos de entrada a la oficina de Parques Nacionales (Cra 10#20-30, Bogotá, www.parquesnacionales.gov.co) o realice un recorrido organizado. Las rutas de senderismo se extienden de dos a seis horas, con guías locales que acompañan a los visitantes en caminatas más largas. Además de los animales, Chingaza es el hogar de casi 400 especies de plantas y es uno de los sitios de observación de aves más populares de Colombia.
Oceta
La Oceta de Boyacá es apodada «el páramo más hermoso de Colombia» y es probablemente el páramo mejor conservado del país, además de estar a tres horas a pie de Mongui, uno de los pueblos más bonitos del departamento. La mayoría de los excursionistas comienzan su viaje allí, generalmente con un guía local. Además de las ranas, conejos, águilas, cóndores y ciervos de cola blanca en Oceta, el ecosistema está lleno de frágiles huesos, musgos y líquenes, así como «La Ciudad de las Piedras», donde las rocas cubiertas de musgo que caen han formado las calles de una mini ciudad. Los excursionistas que se quedan en Mongui, a cuatro horas y media en autobús desde Bogotá, también visitan la Basílica de Nuestra Señora de Mongui y ven las artesanías de la ciudad.
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Iguaque
Iguaque, también en Boyacá, es otro páramo sagrado, considerado por el antiguo pueblo Muisca como el origen de toda la humanidad. La mayoría de los excursionistas se dirigen a la laguna Iguaque, alrededor de una caminata de regreso de cuatro horas desde el pueblo de Villa de Leyva. Las aguas de la laguna, rodeadas de frailejones amarillos, marcan el lugar donde los muiscas creen que surgió su diosa Bachue para poblar la raza humana, antes de desaparecer en el lago en forma de serpiente. El centro de visitantes de Iguaque ofrece alojamiento para hasta 48 personas, además de acampar. Villa de Leyva está a unas tres horas de viaje en autobús desde Bogotá.
Purace
El Parque Nacional Puracé está a la altura de la reputación de «fuente de agua» del páramo al dar nacimiento a cuatro ríos colombianos (el Magdalena, Cauca, Japurá y Patía) y también es el sitio de uno de los volcanes más volátiles del país, el Puracé. El parque rodea a sus excursionistas con más de 200 especies de orquídeas y árboles raros, incluidos el Pino Colombiano, el Roble Andino y la Palma de Cera, así como osos de anteojos, pumas, monos aulladores, capuchinos, tapires de montaña, cóndores andinos y pudú, el ciervo más pequeño del mundo. La mayoría de los visitantes hacen una excursión de un día desde la ciudad de Popayán (alrededor de dos horas desde Cali, seis horas desde Pasto o 10 horas desde Bogotá en autobús) y también visitan las aguas termales y los baños de azufre.
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Plantas, animales y aves raros en el ecosistema más importante del planeta? Vive esta experiencia en Colombia. Si te gustó este artículo, no dudes en compartirlo en Facebook, Twitter, LinkedIn, Google+ o en cualquiera de tus redes sociales.