Entrada del Códice: El Qun
Ver también: Qun
Texto del Códice
Hace mucho tiempo, los Ashkaari vivían en una gran ciudad junto al mar. La riqueza y la prosperidad brillaban sobre la ciudad como la luz del sol, y aún así su gente se quejaba de descontento. El Ashkaari caminó por las calles de su casa y vio que a su alrededor había signos de genio: triunfos de la arquitectura, obras maestras artísticas, palacios de ricos comerciantes, bibliotecas y salas de conciertos. Pero también vio signos de miseria: los pobres, los enfermos, los perdidos, los asustados y los desesperanzados. Y el Ashkaari se preguntó: «¿Cómo puede un pueblo ser sabio e ignorante, grande y arruinado, triunfante y desesperado?»Así que el Ashkaari dejó la tierra de su nacimiento, buscando otras ciudades y naciones, buscando un pueblo que hubiera encontrado la sabiduría suficiente para acabar con la desesperanza y la desesperación. Vagó durante muchos años a través de imperios llenos de palacios y jardines, pero en cada nación de sabios, grandes y poderosos, encontró a los olvidados, a los abandonados y a los pobres. Finalmente, llegó a un vasto desierto, un páramo de roca desnuda arañando el cielo vacío, donde se refugió en la sombra de una roca imponente, y decidió meditar hasta que encontrara su respuesta o pereciera.Pasaron muchos días, hasta que una noche, mientras miraba desde la sombra de las rocas, vio el desierto sin vida despertar. Cien mil langostas eclosionaron de la tierra estéril, y como una, giraron hacia el sur, una sola ola de tierra en movimiento. Los Ashkaari se levantaron y siguieron su estela: un camino de devastación de kilómetros de ancho, la otrora verde tierra se convirtió en un desperdicio. Y los ojos del Ashkaari se abrieron.La existencia es una elección.No hay caos en el mundo, solo complejidad.El conocimiento del complejo es sabiduría.De la sabiduría del mundo viene la sabiduría del ser.Dominio del yo es dominio del mundo.La pérdida del yo es la fuente del sufrimiento.El sufrimiento es una elección, y podemos rechazarlo.Está en nuestro propio poder crear el mundo, o destruirlo.Y los Ashkaari salieron a su pueblo.
– Un extracto del Qun, Canto 1