¿Muy grande para ser virgen? 4 mujeres de más de 25 nos cuentan su primera vez
¿Hay una edad ideal para «perder la virginidad»? ¿Se es muy grande o muy chica para tener relaciones sexuales?
Son preguntas que se hacen en la adolescencia y después ya deja de ser un tema de conversación. Cuando pasaste los veinte la gente suele dar por sentado que sos sexualmente activa o que por lo menos tuviste algún acercamiento a la intimidad. Pero… ¿ y si no fue así?
Tranqui, seguro que ya lo sabés, pero no está de más leerlo una vez más. No hay una edad establecida, sino una situación ideal, para conceretar la famosa primera vez. Y eso depende de cada mujer. En esta línea, también vale decir que el término «perder» implica una connotación negativa, cuando en realidad el inicio de la vida sexual debería estar asociado a la llegada de una nueva experiencia que, se espera, sea positiva.
Compartimos algunas historias de mujeres que iniciaron su vida sexual pasados los 25 años con sus particularidades, deseos, miedos y certezas.
Ana, una experiencia reveladora a los 32
Cuando Ana cumplió los 32 años ya no quiso esperar más. Hasta ese momento cuenta que no había sentido la necesidad real de probar eso que a tantos y tantas fascinaba; tampoco había tenido una pareja estable y no estaba entre sus intereses el sexo ocasional. Una noche, en la casa de una amiga donde hubo una fiesta, conoció a ese chico que no solo le llamo la atención, sino que también la hizo «excitar». No sabía casi nada de él, pero esa noche eso tampoco resultó relevante. Después de largas horas de charlar y beber -y sin que él lo notara, después de «chequear»con la dueña de casa quién era él- se animó a dar un paso más. Cuenta que su amiga le hizo «el aguante» y le mostró un cuarto donde nadie entraría. El resultado fue una noche «estimulante y reveladora», de la que pudo disfrutar «sin pensar demasiado». Es cierto que le dolió al principio y que no le resultó fácil decirle que aún era virgen, pero eso no le impidió avanzar. Recuerda aquella experiencia como «reveladora», «sorprendente», principalmente por el nivel de conocimiento sobre su propio cuerpo, habiendo sabido qué y cómo pedir para sentirse satisfecha.
Julia, con su novio a los 28
En la vida de Julia nunca resultó de peso la edad para perder la virginidad porque siempre tuvo en claro una cosa: «lo voy hacer cuando me enamore». Y así pasaron los años con relaciones que se quedaron «en la puerta», que, si bien la hacían «sentir contenta», no lograban llegar a la confianza que ella necesitaba para entregarse física y emocionalmente al encuentro con ese otro. Ahora, a pocos días de haber cumplido sus 28 años, cuenta que concretó con su novio Juan Martín. «Aunque fue un poco doloroso, me sentí muy feliz de haberlo experimentado con él.Y lo mejor es que en ningún momento tuve vergüenza de decirle a Juan lo que me estaba pasando y lo que iba sintiendo, supongo que se debe a la confianza que logramos en poco tiempo». Sin ningún gesto de incomodidad, asegura que hubiera podido esperar más tiempo si no se hubiera enamorado, y que no cambia por nada la decisión que tomó para su vida sexual, aunque tampoco critica ni enjuicia a quienes deciden tener su primera vez de adolescente o con personas que casi no conocen.
Clara, con otra mujer a los 26
Clara tiene 26 y hace unos meses debutó sexualmente. El encuentro sucedió con otra mujer, de quien se enamoró hace poco tiempo. Clara es homosexual y dice que se dio cuenta a los 15, aunque tardó mucho en «salir del closet». «Mi grupo de amigas de la universidad sabía que yo no había tenido relaciones sexuales y si bien nunca me juzgaron por eso, siempre me incitaban a que probara, porque ´estaba buenísimo´, me decían. Yo quería, pero me daba vergüenza blanquear que me gustaría que suceda con una chica y no con un chico». Su primera vez finalmente sucedió con una mujer a la que conocía desde hace varios años y que era parte del «grupo de amigos de toda la vida». «Cuando me di cuenta que me había enamorado de ella, no pude callarme más y tuve que sincerarme pasara lo que pasara. Y me salió bien porque ella también sentía algo por mí». A los pocos días de aquella sincera charla, sucedió su primera vez. «A ninguna de las dos nos importó la edad que tenía. Ella fue muy dulce, cariñosa y super respetuosa, pendiente de que me estuviera sintiendo bien. Supongo que con el hombre adecuado ocurre lo mismo, pero creo que entre mujeres hay mucho menos tabú».
Angela, con un amigo a los 30
«Al final lo hice con un amigo antes de cumplir los 30 porque ya no quería seguir siendo virgen, me sentía ‘grande’ y necesitaba cumplir con la meta», cuenta Ángela, que admite haber tenido distintos trastornos alimenticios en su adolescencia y que, por aquella época y hasta no hace mucho, la idea de desnudarse ante un chico fue algo que la hacía sentir muy insegura y angustiada. En el encuentro íntimo con Andrés, su amigo, las cosas se dieron de manera simple y bastante natural, según cuenta, feliz por la decisión de haberlo escogido a él para que sea con quien se inicie sexualmente. No sabe si de otra manera se hubiera animado, para ella era y sigue siendo muy importante que la persona con la que se acueste sea de confianza. Con Andrés siguen siendo amigos, y cada tanto «también tenemos sexo». Por el momento no se volvió a acostar con ningún otro hombre, aunque le gustaría.
Qué dicen los sexólogos
Según Mariana Kersz, psicóloga y sexóloga experta en parejas, no existe una edad en la que sea «normal» perder la virginidad, mientras estima con datos de su propio consultorio que, el debut sexual femenino «promedia los 15 y 16 años». Tampoco existe una edad «ideal» para tener la primera vez, sino una «situación ideal». Y lo atribuye al tipo de vínculo que se establece con la persona que se va a tener sexo por primera vez, acompañado por el nivel de confianza y afecto que se genere (que no tiene que ser exclusivamente amor de pareja), ya que son la base que, en la generalidad de los casos, hace sentirse segura, fuerte física y emocionalmente a la mujer. También explica que solo se torna «preocupante» cuando a la mujer la hace sentir «acomplejada, limitada o estresada» la idea de seguir siendo virgen a una determinada edad. «He tenido pacientes que han llegado con 40 años al consultorio sin ningún tipo de preocupación por encontrarse todavía virgen, y he recibido chicas de 20 que se sentían grandes para tener su primera vez», argumenta.
Para Carlos San Martín Blanco, doctor en Medicina, sexólogo y director del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud de España, la edad no es un parámetro determinante en el éxito o fracaso de la primera vez. En cambio, detalla en distintas notas y conferencias que «los factores actitudinales, el contexto, las expectativas y la elección libre de ese momento sí son elementos esenciales a la hora de garantizarnos una primera relación placentera y satisfactoria». En este caso, también está hablando de lo que les pasa a los hombres.
Cómo ayudan los años
- Aportan seguridad y decisión al momento de dar el paso, quitando angustia a esa primera experiencia.
- Se llega con mayor autoconocimiento del propio cuerpo, sabiendo qué y cómo pedir lo que genera placer.
- La información siempre ayuda al momento de tomar las precauciones necesarias para evitar enfermedades y embarazos no deseados. Con los años también crece el poder de análisis.
- Se derriba tabúes y condicionamientos sociales de manera más rápida que en la adolescencia.
¿Cómo saber cuándo es tu momento?
Para empezar, ser sincera con una misma y evaluar si las ganas de concretar un primer encuentro sexual con otra persona son verdaderas o impuestas. Muchas veces es el mandato social o el «qué dirán» lo que nos apura y condiciona.
Más información