¿Qué es un Edificio Inteligente?
Estamos llegando a una nueva era en lo que respecta a la construcción de edificios. Ya no es suficiente que nuestros hogares y oficinas nos proporcionen refugio y nos mantengan calientes. Hoy en día, gracias a la evolución de la tecnología, es posible no solo ofrecer todos los servicios que los ocupantes necesitan, sino que esto se puede hacer al tiempo que el edificio es lo más eficiente posible, minimizando los costos y reduciendo el impacto ambiental del edificio a lo largo de su vida útil.
Este es un equilibrio que será clave para el negocio adelante. La era del edificio inteligente está aquí.
¿Qué es un edificio inteligente?
En su forma más básica, un edificio inteligente es aquel que utiliza la tecnología para compartir información sobre lo que sucede en el edificio entre sistemas con el fin de optimizar el rendimiento del edificio. Esta información se utiliza para automatizar diversos procesos, desde calefacción y ventilación hasta aire acondicionado y seguridad.
Los gastos generales del edificio son un costo significativo para cualquier propietario/usuario del edificio. Sin embargo, si bien estos son un gasto comercial necesario, el nivel de gasto a menudo es un desperdicio porque no se aplica de manera inteligente. Por lo tanto, las luces pueden estar encendidas en habitaciones no utilizadas o espacios con calefacción cuando no hay personas alrededor para disfrutar del calor. La principal motivación detrás del edificio inteligente es evitar este tipo de uso derrochador de energía y recursos, tanto para reducir costos como para mejorar la eficiencia energética.
Las principales características de los edificios inteligentes
Los sistemas están conectados
La característica más fundamental de un edificio inteligente es que los sistemas centrales dentro de él están vinculados. Por lo tanto, los contadores de agua, las bombas, las alarmas contra incendios, la energía, la iluminación, etc. están conectados. Esto es lo que hace que un edificio sea «inteligente»: la capacidad de los sistemas dentro de él para comunicarse entre sí.
El uso de sensores
Los sensores son una parte integral de los edificios inteligentes y desempeñan un papel importante en la recopilación de datos para informar las decisiones sobre dónde asignar los recursos. Así, por ejemplo, los contadores de paso pueden integrarse en el edificio para proporcionar información sobre dónde se encuentran las personas a ciertas horas del día y qué áreas son de alto tráfico.
Automatización
La información es recopilada y analizada por los sistemas que se han instalado en un edificio inteligente, lo que es importante, esto se hace constantemente y en tiempo real. Este monitoreo continuo permite ajustes automatizados que pueden controlar las condiciones en todo un edificio.
Datos
Los edificios inteligentes generan un gran volumen de datos valiosos sobre su propio uso, algo que los edificios normales simplemente no hacen.
Ejemplos de edificios inteligentes
Para mostrar cómo se pueden utilizar las características de los edificios inteligentes en la palabra real, la red Nacional muestra cómo se utilizaron los sensores para proporcionar informes sobre los niveles de ocupación. Esto les permitió medir el uso y la capacidad en todo el edificio, y ayudó a respaldar una estrategia de espacio de trabajo más inteligente.
La Universidad Tecnológica de Sídney utilizó tecnología de construcción inteligente automatizada dentro del sector educativo para sincronizar el control del aire acondicionado con una plataforma de reserva de habitaciones. Esto ayudó a ahorrar costos comerciales significativos, ya que el aire acondicionado solo tenía que activarse cuando la habitación estaba en uso.
Los beneficios de los edificios inteligentes
Hacen que los ocupantes sean más productivos
La calidad del aire, el confort físico, la seguridad, el saneamiento, la iluminación e incluso la disponibilidad de habitaciones y espacios se pueden entregar a un nivel óptimo para permitir que los ocupantes se desempeñen bien.
Reducir el consumo de energía
Los edificios inteligentes son más ecológicos, más eficientes energéticamente y más rentables.
El fin de las conjeturas
El uso de sensores y cámaras proporciona datos precisos sobre cómo se está utilizando el edificio, que se pueden convertir en una toma de decisiones perspicaz. La utilización del espacio se puede mejorar en función de los datos reales, ya que el edificio genera inteligencia viva y procesable de forma automática.
Ahorros operativos significativos
Esto incluye los ahorros que se pueden hacer en términos de gastos diarios y mantenimiento de equipos. También se extiende a los ahorros potenciales que se ofrecen al identificar los recursos infrautilizados y el potencial de crecimiento en espacios no utilizados.
Protección de datos
Los equipos, como los sensores térmicos, miden los datos sin utilizar imágenes identificables del personal o del público.
Implementar sistemas inteligentes dentro de un edificio ofrece muchos beneficios, desde la rentabilidad hasta la mejora de las credenciales ecológicas de la construcción. Los edificios inteligentes son relativamente nuevos hoy en día, pero, dada la amplia gama de beneficios que ofrecen, pronto se convertirán en la norma.