Revolución Silenciosa
Maîtres chez nous: Nacionalismo económico
El principal logro del gobierno en economía fue la nacionalización de las compañías eléctricas privadas, una idea que fue promovida en 1962 por René Lévesque, ministro de recursos naturales. El gobierno decidió dirigirse al electorado sobre esta cuestión. El 14 de noviembre de 1962, los liberales ganaron en una plataforma para la nacionalización del poder con el 56,6 por ciento de los votos y 63 escaños. En 1963 se nacionalizaron todas las empresas hidroeléctricas privadas. Como resultado, Hydro-Québec (establecida en 1944) se convirtió en una de las corporaciones de la Corona más grandes de América del Norte. A diferencia de años anteriores, los francófonos podían trabajar totalmente en francés y desarrollar sus habilidades técnicas, científicas y de gestión. Tal francización también se produjo en los campos de la educación, el bienestar social y los servicios de salud, así como en todos los niveles y departamentos de la burocracia gubernamental.
Los objetivos de la nacionalización incluían la estandarización de las tarifas en toda la provincia, la coordinación de las inversiones, la integración del sistema, el fomento de la industrialización, la garantía de beneficios económicos para la economía quebequense a través de una política de compra-Quebec y la conversión del francés en el idioma de trabajo en el sector. Hydro-Québec cumplió con la mayoría de estos objetivos y se convirtió en un símbolo de éxito y fuente de orgullo para los quebequenses. Otro gran éxito fue la creación en 1965 de la Caisse de dépot et placement du Québec. La Caja se hizo responsable de administrar los activos del Plan de Pensiones de Quebec, que creció rápidamente a varios miles de millones de dólares.
La filosofía maîtres chez nous («maestros en nuestra propia casa») que impregnó el gobierno y sus reformas estaba destinada a tener una influencia en las relaciones federal-provinciales. El gobierno de Lesage exigió una revisión de la política federal y obtuvo una gran victoria tras una tormentosa conferencia de Primeros Ministros en 1964. Después de dirigirse inicialmente al gobierno federal para obtener fondos adicionales para satisfacer sus necesidades, Lesage retiró a Quebec de varios programas de participación en los costos, como pensiones, atención médica y participación en los impuestos, a cambio de una compensación fiscal. La cuestión del estatuto especial surgió cuando Quebec se convirtió en la única provincia que optó por no participar en unos 30 programas conjuntos en los que las demás provincias permanecieron. Fue quizás para calmar las ansiedades del Canadá inglés y para mostrar su buena voluntad que en 1964 Lesage aceptó una propuesta para patriatizar y enmendar la constitución canadiense por un método conocido como la fórmula Fulton-Favreau. Esto habría permitido al Parlamento del Canadá derogar o enmendar cualquier disposición de la Constitución, con sujeción al veto de cualquier provincia en determinadas cuestiones importantes, pero a una mayoría de dos tercios en otras. Sin embargo, debido a las reacciones extremas de varios grupos nacionalistas dentro de la provincia, Lesage retiró su apoyo y se disoció de los otros 10 gobiernos que habían aceptado la fórmula.