La receta del Roscón de Reyes más fácil, perfecta para principiantes y para quien tiene poco tiempo
Muchas personas se han quedado con las ganas de hacer su Roscón de Reyes pensando que no serían capaces, y otras no lo hacen pensando que necesitan mucho tiempo, cosa que no es real, el tiempo lo necesita la masa para fermentar y para ello no nos necesita a nosotros. En el cómputo global, hacer un Roscón de Reyes casero nos puede llevar poco más de media hora si utilizamos un robot o amasadora y, quizá, el doble si se hace la masa a mano, en parte depende de la destreza y esta se gana con la práctica.
El caso es que este fin de semana estuvimos con unos amigos y juntos preparamos la receta del Roscón de Reyes más fácil, perfecta para principiantes y para quien tiene poco tiempo, ellos era la primera vez que metían las manos en harina y quedaron muy contentos, muchísimo, no podían creer que el Roscón de Reyes que salía del horno lo habían hecho ellos simplemente dedicando diez minutos a hacer la masa, otros diez minutos a darle forma y unos minutos más para decorarla.
No dudéis de que a vosotros también os pasará, así que tomad nota de esta receta de Roscón de Reyes fácil y que podréis terminar como más os guste, sin relleno y con una buena taza de chocolate caliente, o con un rico relleno de nata, crema, chocolate… Os explicamos cómo hacer la masa con un robot de cocina y a mano para que podáis hacerla todos, y si queréis ver ideas para rellenar vuestro Roscón, las tenéis en este post.
Ingredientes (2 roscones pequeños o 1 grande)
Para la masa
- 150 gramos de azúcar glas
- piel de 1 naranja
- piel de 1 limón
- 130 gramos de leche entera
- 25 gramos de levadura fresca de panadero
- 30 gramos de agua de azahar
- 2 huevos (L)
- una pizca de sal
- 500-550 gramos de harina de fuerza
- 80 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
Decoración
- c/n de naranja confitada
- c/n de almendra palito o laminada
- c/n de azúcar
- unas gotas de agua de azahar.
Elaboración
La cantidad de harina puede variar, no todas las harinas de fuerza son iguales ni necesitan la misma cantidad de líquido para la hidratación. Es preferible quedarse corto y poder añadir (por eso empezamos con 500 gramos de harina, pudiendo añadir hasta unos 50 gramos más, según se vea la masa), pero sin olvidar que esta masa debe resultar bastante húmeda.
Masa con robot de cocina
Prepara la piel de naranja y limón, pélala o rállala sin coger el albedo y ponla en el vaso del robot de cocina con el azúcar. En Thermomix programa 30 segundos, Velocidad progresiva 5-7-10 para convertirlo en polvo, si utilizas otro robot de cocina realiza el mismo proceso con sus funcionalidades. A continuación añade la leche y la levadura fresca, para disolverla, programa 1 minuto, 37º C, Velocidad 2.
Añade el agua de azahar, los huevos y una pizca de sal. Mezcla 1 minuto, Velocidad 5. A continuación incorpora la harina de fuerza y programa 3 minutos, vaso cerrado, Velocidad espiga. Finalizado este tiempo, incorpora la mantequilla a temperatura ambiente, y vuelve a programar 3 minutos, vaso cerrado, Velocidad espiga. La masa obtenida será fina, elástica y algo pegajosa.
Retira la masa del Roscón del vaso, ponla en un cuenco grande espolvoreado con un poco de harina o untado con un poco de aceite de oliva virgen extra. El cuenco debe ser dos o tres veces mayor que la bola de masa, para que tenga espacio para crecer. Cubre la masa con un trapo (que habitualmente utilices para la fermentación de masas, que no se lave con jabones fuertes ni suavizante) y deja reposar hasta el día siguiente, unas 10-12 horas, a una temperatura de entre 17-20º C, en un lugar sin corrientes de aire.
Cómo hacer la masa a mano
Ralla la piel de naranja y limón y mézclalas con el azúcar. Pon la leche en un vaso y témplala (no debe estar muy caliente) en el microondas, disuelve en ella la levadura fresca agitando con una cuchara, tiene que quedar totalmente disuelta.
Pon la harina de fuerza en forma de volcán en un bol grande, añade en el centro la leche con la levadura disuelta y el azúcar con la piel de naranja y limón. Añade también el agua de azahar, los huevos y una pizca de sal. Bate a mantequilla con una espátula hasta que esté a punto pomada e incorpórala al bol.
Empieza a integrar los ingredientes vertiendo la harina sobre los líquidos y mezclando. Cuando puedas hacer una bola, engrasa ligeramente la mesa de trabajo y las manos con aceite de oliva y vierte la masa para continuar amasando hasta obtener una masa homogénea. Haz una bola y ponla en un cuenco grande, que sea dos o tres veces mayor que la bola de masa, enharinado ligeramente. Cubre la masa con un trapo (que habitualmente utilices para la fermentación de masas, que no se lave con jabones fuertes ni suavizante) y deja reposar hasta el día siguiente, unas 10-12 horas, a una temperatura de entre 17-20º C, en un lugar sin corrientes de aire.
Para hacer los roscones
Divide la masa en dos porciones si quieres hacer dos roscones pequeños (no son muy pequeños, cada uno puede servir unas seis raciones), forma una bola con cada porción y déjalas reposar cinco minutos para que pierdan tensión. Prepara dos bandejas de horno (los roscones se hornearán por separado), cúbrelas con Silpat, papel vegetal o teflón, y coloca la bola de masa encima. Con los dedos, haz un agujero en el centro de la masa y ve abriéndolo cuidadosamente.
Si la masa se encoje después de estirarla para hacer el rosco, déjala reposar unos minutos, habrá perdido tensión y se podrá estirar fácilmente. Ve abriendo el agujero tomando la masa por todo su contorno con las dos manos, para que quede con el mismo grosor, al ser una masa pequeña será fácil. No olvides meter el ‘rey’ y el ‘haba’.
El agujero debe ser el doble de grande de lo que después se espera en un Roscón de Reyes, pues volverá a crecer con el segundo levado y el horneado, y no se cerrará. Cubre la masa de nuevo con el trapo para que vuelva a fermentar, déjala unas dos horas o hasta que doble su volumen, en un lugar cálido y sin corrientes de aire.
Enciende el horno a 200º C con calor arriba y abajo. Pinta la masa con el huevo batido y unas gotas de leche, y decora con la naranja confitada y la almendra. Moja el azúcar con el agua de azahar y reparte sobre el roscón las pequeñas rocas que se forman.
Introduce el roscón en el horno a altura media o un punto inferior, y baja la temperatura a 180º C. Hornea durante 15-20 minutos, pero vigila a los 10 minutos por si se dora demasiado, cada horno va diferente. Si coge color muy pronto, cubre el roscón con papel de aluminio y continúa horneando unos minutos más, sin pasar de los 20 minutos para que no quede seco.
Retira el Roscón de Reyes del horno y deja reposar 10 minutos, después pásalo a una rejilla para que se enfríe y la parte inferior no quede húmeda.
Acabado y presentación
Una vez que el Roscón de Reyes está frío, puedes rellenarlo con nata, trufa, chocolate, crema pastelera… Pero sin rellenar también está para repetir, puedes servirlo acompañado de una taza de chocolate caliente, un café, una infusión o una copa de cava.
Para conservar el Roscón de Reyes sin que la masa se reseque, cúbrelo con film transparente tapándolo bien. También hay quien lo mete en una bolsa porque el plástico no deja pasar el aire. En cualquier caso, de un día para otro estará igualmente rico, tanto, que se acabará y habrá que hacer alguno que otro antes de la próxima Navidad.
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria